SEXO SALVAJE
No tuvo tiempo de girarse. El olor animal lo sacudió desde los cimientos y allí mismo se poseyeron como bestias. Terminaron, jadeantes, al amanecer. Escuchó un último aullido de éxtasis mientras se le escapaba de los brazos. Sus últimos segundos consciente los dedicó a sonreír. Estar casado con la mujer loba tenía cosas buenas: sexo salvaje en las noches de luna llena.
Sorprendente y apetitoso. Ya no me pienso afeitar nunca más.
ResponderEliminarMira el calendario lunar 😂😂😂😂
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