LA NAVIDAD DESDE UNA TERRAZA


Llevo algunos días dudando, a ratos inquieta, incluso deprimida. Quizá haya empezado a notar en mi piel la sensación de la llegada invierno, o puede que necesite terminar con esta especie de limbo en el que me encuentro. Ese "Día de la Marmota" que dio comienzo en marzo y lleva tres estaciones repitiéndose sin cesar.

Sabía que tenía que llegar, al igual que se dejó caer la primavera y nos abrasó el calor del verano; le siguieron la vuelta al cole y la melancolía otoñal. La vida es como una pescadilla que se muerde la cola en la que todo es cuestión de tiempo... tic, tac... 

El cansancio y la tristeza han actuado como escudo protector para no dejarla pasar. He fantaseado con la idea de arrancar diciembre del calendario, mirar hacia otro lado, jugar al despiste o fingir ser un avestruz;  dejarla hibernar y rescatarla del olvido el año que viene.

Sin embargo, confieso que me acaba de ganar la partida. La he visto abrirse paso a codazos en la sonrisa de mi hijo y en un viejo disco de Rod Stewart. Se ha manifestado en el aroma de un bizcocho recién hecho y chistándome desde la estantería donde descansa Charles Dickens, pero, a pesar de reconocer mi derrota, he huido de su calidez. En un último intento de hacerme con la victoria he salido decidida al frío de la terraza y ha sido ahí, delante de mis ojos, cuando me he rendido a su evidencia de luces parpadeantes.

Ya no estamos en marzo ni este año se va a evaporar. Tampoco vamos a recibirla todos los que la despedimos y tendrá que adaptarse a la dichosa "nueva normalidad", pero ya está aquí, como cada año y, aunque en esta ocasión será diferente, merece que la miremos de frente, con optimismo y sin miedo.

Esta tarde he visto la Navidad desde la misma terraza que contemplé la vida pasar los últimos meses y he abierto la puerta de mi casa. Se ha instalado cómodamente en el salón y espero que nos traiga sosiego. También esperanza porque, no olvidemos que llega en diciembre pero se marcha en enero, y nos dejará como obsequio un año nuevo, entero por escribir...


Comentarios

  1. No lo dejes... Sigue escribiendo...un besote de Cris��

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  2. Pues es un inicio atronador en este mundo. Exquisito texto lleno de melancolía y nostalgia, con la magia que posees al escribir. Lo de ahora no es casualidad. Ya se veía venir en este primer escrito.

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