ROBO CON SORPRESAS
14 de mayor de 1968 Faraón: Hace más de dos semanas que le envié la carta al Americano explicándole cómo recuperar el botín de nuestro atraco. Empiezo a estar nervioso por no haber recibido respuesta, temiendo que el plan se haya ido al traste. Tal y como acordamos, lo guardé a buen recaudo. El cofre con los herretes de oro está enterrado en el patio de al lado. Tranquilo, pertenece a una ancianita inofensiva. La noche del atraco aproveché la oscuridad y su sordera para cavar un agujero junto al único árbol que queda. No tiene pérdida y es poco profundo, puesto que tenía prisa por ocultarlo. Ahora tengo que dejarte. Oigo a mi vecina hablando sola por la ventana, está como una cabra. La pobre debe aburrirse porque cocina y cocina durante todo el día. Acaba de sacar dos bandejas de magdalenas y como no sabe qué hacer con ellas, en breve vendrá a ofrecérmelas. Aprovecharé la ocasión para darle esta carta y que sea ella la que la lleve al buzón, como hizo con la anterior. Esperando recib