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Mostrando entradas de diciembre, 2020

LAS UVAS DE LA SUERTE

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 Muy despacio, casi en penumbra, con los restos de luz que aún le quedaba a ese atardecer del 31 de Diciembre, se acercó a la alacena de la cocina. Miró atentamente al interior, lleno de sombras, recorriendo con ojos vidriosos sus estanterías. Cuando por fin localizó lo que estaba buscando alargó con mucho cuidado la mano, concentrándose en controlar el ligero temblor que últimamente le acompañaba, para no romper nada. Arrastrando en silencio las zapatillas y con delicadeza, dejó los dos cuencos sobre la mesa. Eran los que Pilar solía utilizar los domingos para las natillas. A continuación abrió la ventana, donde en el hueco reposaba "al fresco" la cesta con las uvas que habían comprado aquella mañana. Una ráfaga de viento gélido se coló entre sus huesos y se apresuró a cerrar ajustando bien la puerta, antes de que se les escapara el calor. Con un suspiro cansado se dejó caer sobre la silla, buscando una buena postura para su dolorida espalda, y empezó con paciencia el ritual

27-12-2020

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 No sé si somos muy conscientes de que hoy se ha iniciado una nueva era.  Quizá nos demos cuenta un poquito más adelante, cuando nuestros aprendizajes reposen y seamos capaces de asimilar todo lo que nos ha ocurrido en los últimos meses. Cuando las heridas sanen y lo veamos todo desde la perspectiva de un alma saciada y satisfecha de besos y abrazos. Colmada de planes y reencuentros aplazados. Grabemos esta fecha en nuestras memorias porque próximas generaciones la verán impresa en sus libros de texto. Nuestros hijos y nietos se la encontrarán en "negrita" o "cursiva" en los libros de historia. Probablemente servirá de inspiración a escritores y novelistas. Y nos convertiremos en sus lectores. Guionistas y directores de cine. Y nos convertiremos en sus espectadores. Un día para la esperanza. El día que empezamos a recorrer el principio del final de esta triste aventura. El día en el que si miramos más allá del aquí y ahora podremos ver la luz al final del túnel. Tod

LA MAGIA

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 Dicen por ahí que no existe la magia, ni ese ser incorpóreo y caprichoso llamado "destino". Pero sinceramente... tengo mis dudas. Porque... ¿Cómo podría explicar entonces nuestro cruce de caminos en aquel momento tan necesario? ¿Que posibilidades había, en este gran juego de azar que es la vida, de encontrarnos? Me niego a llamarlo casualidad. Nos conocimos una fría noche de Diciembre, en vísperas de Nochebuena, y creo que para las dos fue una gran sorpresa. Sus ojos negros de aceituna llenos de miedo se cruzaron con los míos, ausentes desde hacía meses, y ya no no nos hemos dejado de mirar. Decidí en ese mismo instante y gracias a ella, guardar en un armario "los restos del naufragio" que era mi vida por entonces y descubrí una puerta secreta en mi corazón que hasta ese día había estado cerrada, o al menos yo la desconocía. Mi Luni, capaz de mil consuelos con su lengua rosa de jamón de york, de sacudir mi tristeza a golpe de colita. Una colita llena de sonrisas. J

INOCENCIA PERDIDA

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Un buen día, sin más, desapareció por aquel agujero en la puerta mi sabiduría infantil, y en mi mente desde entonces dejaron de habitar las hadas agitando su varita, las tacitas y teteras parlantes, y los candelabros, relojes y percheros bailarines. Los cuentos llenos de príncipes y princesas que me leían antes de dormir, ya no me hacían soñar con alfombras voladoras, Caperucitas y lobos feroces, ni con adorables abuelitas ni madrastras malvadas. Ya nunca volví a desear ir de excursión a una fábrica de chocolate, ni conocer en persona a una niñera con paraguas o a la mismísima Reina de Corazones.  Desterré para siempre a los ratones dentistas, y a las mañanitas navideñas. Incluso los Reyes, los Magos, los "Padres Noeles" y su séquito de camellos y renos desfilaron hasta desaparecer y perderse para siempre por un camino de baldosas amarillas.  Tan sólo a veces, el olor de un desayuno de domingo con chocolate, churros y tostadas, o el sonido de una merienda de bocata y parque m

CARTA DE DESPEDIDA

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  https://anchor.fm/cartasdesdemicasa/episodes/Carta-de-despedida-entu9u

ANOCHE SOÑÉ...

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  Acabo de llegar hace escasos minutos. Me bajo del coche y respiro profundamente. Huelo a fresco y a limpio, a transparente. A nuevo también. ¿A un mundo nuevo quizá? Cierro el coche y camino hacia la cabaña. Creo que he dejado las llaves en mi bolsillo derecho. Sí, aquí están. Me sacudo las botas en la entrada, de hojas secas y tierra mojada. Me sacudo también la pena, la soledad, la ansiedad y las lágrimas derramadas estos meses. ¿Me han hecho más fuerte? ¿Más sabia? ¿Mejor persona? No lo sé. Sinceramente, creo que no. Creo que simplemente sigo siendo yo. Aunque aún es pronto para saber, todo está en reposo. A la espera. La cabaña está fría, pero no tardará en llenarse de chimenea. Miro a mi alrededor y lo que veo me gusta. Por primera vez en meses vuelvo a tener la sensación de recuperar el control, aunque aún sea un espejismo. Abro ventanas y puertas en un intento de que la oscuridad se vaya para siempre. Sé que para siempre ya no existe ni existirá jamás, he aprendido la lección,

DE MAYOR QUIERO SER...

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Desde bien chiquitina, contaría entonces con cuatro o cinco años, la señorita Pilar, la niña del segundo izquierda, la hija menor de los Gutiérrez, apuntaba maneras. Siempre tan arregladita y aseada, con esa buena educación.  — ¡Buenos días, señor Jacinto! —me decía con su boquita de piñón.  — Buenos días, señorita Pilar. ¡Qué bonita va usted hoy! —le contestaba yo.  Mi mirada no podía evitar seguir su encantador caminar, hasta observar cómo detenía sus pasos siempre en el mismo lugar, la tienda de muñecas que había frente al portal. Era allí, mientras su yaya Anita hacía el pedido en la tienda de comestibles de al lado, cuando ella impartía,  ante una concurrida audiencia, sus primeras clases magistrales: "A ver, Rosita, la M con la A... MA... Ahora tú solita... Muy bien... María deja de molestar a Asunción, no atiendes y luego te equivocas... ¿Por donde íbamos? ¡Ah, sí! Julia, ahora tú... La M con la E... ME...".  Así transcurría la conversación durante los diez o

LA NAVIDAD DESDE UNA TERRAZA

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Llevo algunos días dudando, a ratos inquieta, incluso deprimida. Quizá haya empezado a notar en mi piel la sensación de la llegada invierno, o puede que necesite terminar con esta especie de limbo en el que me encuentro. Ese "Día de la Marmota" que dio comienzo en marzo y lleva tres estaciones repitiéndose sin cesar. Sabía que tenía que llegar, al igual que se dejó caer la primavera y nos abrasó el calor del verano; le siguieron la vuelta al cole y la melancolía otoñal. La vida es como una pescadilla que se muerde la cola en la que todo es cuestión de tiempo... tic, tac...  El cansancio y la tristeza han actuado como escudo protector para no dejarla pasar. He fantaseado con la idea de arrancar diciembre del calendario, mirar hacia otro lado, jugar al despiste o fingir ser un avestruz;  dejarla hibernar y rescatarla del olvido el año que viene. Sin embargo, confieso que me acaba de ganar la partida. La he visto abrirse paso a codazos en la sonrisa de mi hijo y en un viejo disc

CARTA DE DESPEDIDA

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 Querido presente: Sé que estás sorprendido de que te escriba ya que soy poco dado a manifestarme tan abiertamente, como tú muy bien sabes. Al fin y al cabo somos viejos conocidos, pero después de mucho meditarlo he creído que la ocasión bien lo merecía. Soy conocedor de tus desdichas y del mal año que estás pasando. No has hecho grandes amigos, y más de uno no hubiera querido ni verte. Pocos han "vivido a tope el presente" estos últimos meses, tirando por tierra al que había sido hasta hace poco su mantra de cada día. Te diré más, si hubieras preguntado, a la mayoría les hubiera gustado reunirse conmigo antes de tiempo. Adelantar las agujas del reloj y arrancar hojas del calendario. Menos mal que es un imposible, (que locura,  ¿te imaginas?) y en la línea del tiempo no existen los atajos. Desgraciadamente aún suspiras por aquellos que has dejado en el camino. Se los quedó para siempre nuestro añorado pasado. Soy conocedor de tu tristeza y la comparto. ¿Y aún te sigues pregun