LA MAGIA

 Dicen por ahí que no existe la magia, ni ese ser incorpóreo y caprichoso llamado "destino". Pero sinceramente... tengo mis dudas.

Porque... ¿Cómo podría explicar entonces nuestro cruce de caminos en aquel momento tan necesario? ¿Que posibilidades había, en este gran juego de azar que es la vida, de encontrarnos? Me niego a llamarlo casualidad.

Nos conocimos una fría noche de Diciembre, en vísperas de Nochebuena, y creo que para las dos fue una gran sorpresa. Sus ojos negros de aceituna llenos de miedo se cruzaron con los míos, ausentes desde hacía meses, y ya no no nos hemos dejado de mirar. Decidí en ese mismo instante y gracias a ella, guardar en un armario "los restos del naufragio" que era mi vida por entonces y descubrí una puerta secreta en mi corazón que hasta ese día había estado cerrada, o al menos yo la desconocía.

Mi Luni, capaz de mil consuelos con su lengua rosa de jamón de york, de sacudir mi tristeza a golpe de colita. Una colita llena de sonrisas.

Juntas llevamos recorridos muchos senderos. De alegrías y de penas. De mantas y siestas en el sofá. De tormentas y petardos. De salud y enfermedad. De pérdidas irreparables y grandes recibimientos. De carreras y tropiezos persiguiendo mariposas.

Y como en estas fechas es nuestro aniversario feliz, y es uno de los mejores regalos que me ha hecho la vida, no puedo evitar felicitar cada año con ella la Navidad.

Estos días os deseo no perder la ilusión ni la esperanza, y vivir siempre confiados y atentos, porque en cualquier momento y cuando menos te lo esperas se produce esa chispa y aparece algo bueno como por arte de magia... a mí me pasó hace doce navidades y espero con toda mi alma que sean muchas más... Llegó en forma de bolita de algodón de azúcar, dulce. Preciosa y blanquita... como la Luna... Mi Luni...