QUERIDOS REYES MAGOS


 Noche del 5 de enero, y aquí estoy, sentada en el salón, mirando distraída sus zapatos bajo el árbol.

Y así llevo el día entero. Pensativa y ausente. Desde que esta mañana, por casualidad, mientras ordenaba un cajón lleno de papeles, las he encontrado. Ni me acordaba de que estaban allí, bien dobladas y ordenadas por fechas en una carpeta. Todas las cartas que mi hijo les ha escrito a los Reyes Magos. Leerlas ha supuesto un auténtico viaje en el tiempo para mí, a través de su maravillosa mente infantil. De su puño y letra he vuelto a recorrer sueños y deseos. Los más grandes, los mas pequeños. Los inalcanzables también. Esos que nos obligaron a su padre y a mí a ponernos de puntillas y estirarnos, para bajárselos desde el cielo, porque, ¿qué no hacemos los padres para que ellos vivan esta noche mágica?

He sonreído al observar su letra, como ha ido evolucionando. He disfrutado de su forma de juntar las palabras para dar sentido a las frases. Sus trazos y dibujos, como han ido cambiando cada año, dejando, sin embargo, intacta la ilusión.

Y he llorado como una tonta, porque al abrir ese cajón, un montón de estrellas fugaces se han escapado volando. Porque es imposible detener el tiempo, aunque quieras guardarlo bajo llave.

Ahora la casa está en silencio. Por fín todos duermen, y me permito saborear en soledad este momento.

Echo un vistazo a mi alrededor y compruebo que la puesta en escena sea perfecta. Asiento satisfecha, mientras bebo un sorbo de los tres vasos de leche y mordisqueo un trozo de turrón que él les ha dejado preparado. Mi niño se hace mayor, y está a punto de agotar, quizá, su última noche de Reyes y Magos, de camellos y estrellas de Oriente, de carbón y regalos. Dirá adiós con la mano a Melchor, Gaspar y Baltasar, y le tendré que explicar que vendrán otros cinco de enero, en los que jugaremos juntos a creer y soñar.

Ya en la cama, y justo antes de quedarme dormida, pienso durante unos segundos en la carta que les escribí este año, y en mi único deseo:

"Queridos Reyes Magos, esta vez sólo os voy a pedir una cosa. Que perder la inocencia no le duela demasiado..".

Comentarios

  1. Guarda bien ese cajón porque, aunque no puedas detener el tiempo... Tienes una pequeña maquina del tiempo con la que poder transportarte a otros tiempos anteriores. Aunque sea por sensaciones, por momentos. El tiempo va pasando y no se puede capturar como en una foto... Pero los momentos vividos quedan marcados en esta vida que vamos tejiendo día a día y que es lo único que nos llevamos al irnos

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