HAPPY HALLOWEEN

Cuando miro la fotografía que tengo en el aparador de la entrada, me viene a la memoria aquel fatídico Halloween de 1834. 

¡Alguien tuvo el alma tan negra como para robarnos las escobas a Matilde y a mí! ¡El infierno lo acoja en su gloria!

Habíamos dedicado la mañana a sacarles brillo, incluso me rompí una uña en el empeño, porque queríamos que lucieran relucientes en la celebración de la noche de difuntos, tal y como manda la tradición. Unas horas antes del atardecer, las dejamos aparcadas delante de "La bruja de Ohm" y, cuando salimos de comprar los ingredientes que necesitábamos para el conjuro que haríamos más tarde con nuestro aquelarre, ¡habían desaparecido! ¡Sapos y culebras! 

Yo me disgusté muchísimo, a punto estuvo de darme un "parraque", pero Matilde... ¡Ay, mi pobre Matilde! Ella perdió la voz durante días y su verruga creció y viró a un color azulado que, a día de hoy, aún conserva.

La cosa no podía haber empezado peor y ya auguramos que iba a ser la noche más espantosa de nuestras vidas. Un drama solo comparable al confinamiento de 1346, cuando por culpa de la peste negra no nos dejaron salir a celebrarlo. ¡Por todos los gatos encrespados! 

En ese momento pasaba por allí Úrsula, la hermana de Matilde y miembro del aquelarre de las mayores. Sin que le dijéramos ni una sola palabra, se hizo cargo de nuestras caras verdes y desoladas, invitándonos a unirnos a ella y a sus amigas en aquel crepúsculo espectral. Nos dijo que iban a practicar lo nunca visto. ¡Hora de satanás en la que se nos ocurrió!

Lo llamaron "esquí", el deporte de nórdicos desde hace cientos de años y lo último en diversión para meigas y magos, añadieron, pero mi amiga y yo perdimos hasta el sombrero del soponcio. Llamadme clásica o tradicional, pero donde esté el fuego fatuo y una buena olla hirviendo, con su olor a huesos y a cementerio, ¡que se quite todo lo demás!

Bueno, os dejo porque me tengo que arreglar el pelo. Hoy estreno escoba y no quiero llegar tarde. Además, la poción de este año promete. Matilde trae como ingrediente secreto algo llamado Jäguermeister, que no sé lo que es, pero debe estar rico. Juro por la bruja Avería que subiré fotos a las redes... ¡Feliz Halloween!